Thursday, December 4, 2008

Evasión o Victoria

Si por las películas fuera, uno pensaría que el fútbol sólo lo juegan en Estados Unidos los perros alterados en un laboratorio o los niños gilipollas que no tienen estatura para el baloncesto, mala hostia para el futbol americano o paciencia para darle con el bate a la pelota.

A nivel profesional, desde luego, es casi invisible y lo va a seguir teniendo crudo. Un partido de 90 largos minutos con una sóla pausa en medio y generalmente con pocas ocasiones de gol no tiene ni la menor oportunidad contra los otros deportes. En baloncesto, fútbol americano o béisbol, cada jugada tiene una alta probabilidad de convertirse en una canasta, touchdown, carrera o lo que sea. Y, claro, cada pocos minutos los anuncios. A ver quién coño puede vender una manta con mangas (verídico, eso lo contaré otro día) en el descanso de un partido de fútbol, cuando todo televidente norteamericano ha ido a mear, cagar o comprar más cervezas al super de la esquina (no tiene que ser un seven eleven, cualquier super abre hasta las tantas).

Pero entre el populórum se vive a tope. No hay distinción de clases ni colores (bueno, alguna de color hay, pero mejor no entro en el tema que luego se pilla uno los deditos). Es de largo el deporte más practicado por los niños y niñas (muchísimas niñas!)y hay un invento maravilloso llamado AYSO , con tropecientos mil afiliados y que funciona sobre todo por voluntariado: los papás son los entrenadores, árbitros, pintan los campos, montan el bar, clavan las porterías. En fin, algo impensable en Huelva y 1000 kilómetros a la redonda. Hemos jugado algunos partidos a las 8 de la mañana del sábado, lo que implica levantarse a las 6 y algo. Coño, la mitad de los padres que conozco en Huelva están en un bar a esas horas!!!

No todo es buen rollo y camaradería, claro. Los padres se van calentando según van avanzando los partidos y la temporada. No he llegado a ver todavía a nadie darse de hostias, pero sí algún que otro intercambio de sutilezas con los pobres árbitros, que encima tienen que ir de amarillo. Este video es de un saque de falta desde el medio campo. Óiganse los gritos. Tengo grabaciones de penalties y jugadas más comprometidas, pero no quiero que mis hijos oigan a su padre cagarse en todo en Youtube. Aunque hay un par de chicos hispanos en el equipo me puedo ciscar en todo cristo y casi nadie se percata. Hay sábados que apetece un montón.



Pero el acontecimiento que realmente abre mis carnes huelvanas es el de poder ver al Recreativo de Huelva jugar con los grandes de España a 11.000 kilómetros y nueve horas de distancia. Y narrado en inglés, para más coña. Así suena un gol del Recre en California:



Es casi tan emocionante como la escena final de Evasión o Victoria. Me falta vocabulario para describir esta película y sus personajes. Michael Caine regateando o Max Von Sydow de hijo de puta nazi. Todos de Oscar. Casi todo el mundo prefiere la tijera de Pelé, pero a mi me pone muchísmo más cachondo el estadio cantando la marsellesa, la estirada de Stallone y su duelo visual con el delantero alemán. Loor a John Huston, que se permitió manchar su carrera con esta maravillosa horterada.

1 comment:

  1. Me encanta este post. Es una gran relación de ideas sobre el fútbol y las películas... hmmm... deberiás escribir algo más sobre las películas que se han hecho con temática futbolera... desde la de la chica india que quiere ser como Beckahm hasta la que se grabó en Huelva últimamente...

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